<p><img alt="Portada" class="centro_sinmarco" src="https://i.blogs.es/3600d3/portada/650_1200.jpg" /></p>
<p>Por lo visto, un joven aspirante a escritor se encontró Flaubert en una de sus visitas a París. "Maestro, — le dijo— deme el argumento para una tragedia". Flaubert, con algo de pereza, lo miró a través del cristal de sus gafas <em>thug life</em> y le dijo: "un hombre conoce a una mujer". <strong>Llevaba razón: Así empieza</strong>.</p>
<p>Chico conoce a chica, chica conoce a chica, chico conoce a chico. Da un poco igual: <strong>alguien conoce a alguien y, boom, el amor</strong>. Y no una versión low cost del amor, qué va, el pack completo: las mariposas en el estómago, los "eres el amor de mi vida" y los "te regalaría el mundo si pudiera".</p>
<p>Ay, el amor. <strong>Una pena que, muchas veces, sea mentira</strong>. </p>
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<h2>Una estrategia que se repite una y otra vez</h2>
<p>Porque sí: <a href="https://magnet.xataka.com/en-diez-minutos/el-amor-romantico-entre-el-universal-cultural-y-las-raices-evolucionistas">hoy por hoy</a>, <strong>cuanto más exagerado y decimonónico es el amor, más debemos sospechar</strong>. Aunque no lo hacemos. Y eso, lo saben perfectamente nuestros protagonistas de hoy. Son gente amabilísima, cariñosa y muy atenta. Hasta que no lo son; hasta que dejan de serlo y, bueno, acaba el sueño y empieza la pesadilla. </p>
<p><img alt="Tpblessing Ceremony" class="centro_sinmarco" src="https://i.blogs.es/2bcdcb/tpblessing_ceremony/650_1200.jpg" /></p>
<p>No es un accidente, no están pasando un mal momento, no van a volver a ser lo que fueron. Es <strong>lo que los psicólogos llaman 'bombardeo amoroso'</strong>. Un término que, curiosamente, se acuñó en el seno de una secta: la secta Moon.</p>
<p>Sun Myung Moon, el fundador de la Iglesia de la Unificación, <a href="http://www.unification.net/1978/780723.html">explicaba que</a> "los miembros de la Iglesia están sonriendo todo el tiempo, incluso a las cuatro de la mañana. El hombre que está lleno de amor debe vivir de esta manera [...] ¿Qué rostro podría representar mejor el amor que un rostro sonriente? Por eso hablamos de bomba de amor". Suena raro. Pero <a href="https://www.linkedin.com/in/geri-ann-galanti-6711b69/">la profesora Geri-Ann Galanti</a> lo explica mejor: "<strong>la gente necesita reforzar su autoestima... el bombardeo amoroso consiste en usar esa necesidad</strong>".</p>
<p>A lo largo de la historia de las sectas muchos líderes han usado esta estrategia: prestar atención, dar amor y reforzar desmesuradamente el autoestima para cazar personas que, <strong>después, cuando ya es demasiado tarde, zas, cambiarlo todo</strong>. De ahí pasó de forma natural primero a las tácticas que utilizan algunas organizaciones criminales (como las pandillas) y después para designar la estrategia para instrumentalizar las relaciones personales.</p>
<h2>De vueltas al amor</h2>
<p><img alt="dfdf" class="centro_sinmarco" src="https://i.blogs.es/2bb36a/650_1200/650_1200.jpg" /></p>
<p>Ahí es donde vuelve el amor. Y Dale Archer lo ha investigado con profundidad. <a href="https://www.psychologytoday.com/blog/reading-between-the-headlines/201703/the-manipulative-partners-most-devious-tactic">Según este profesor de psiquiatría</a>, 'bombardear con amor' es "un intento de <strong>influenciar a otra persona con exhibiciones exageradas de atención y afecto</strong>". </p>
<p>Y vaya que si funciona. "Un montón de conversaciones románticas, las conversaciones sobre 'nuestro futuro' y largos periodos de mirar a los ojos", explica Archer. Y un montón de mensajes, claro: "las tecnologías actuales han facilitado este tipo de prácticas". <strong>Ahora es más fácil 'exhibir exageradamente atención y afecto"</strong>.</p>
<p>Pero quizá el mayor problema que presenta <strong>este tipo de estrategias es que son muy difíciles de distinguir</strong> de un enamoramiento real. La idealización es algo común en los primeros tiempos de las relaciones de pareja y, en esos momentos, todo es color de rosa. Lo hemos dicho muchas veces, <a href="http://rasgolatente.es/mentir-psicologia/">somos malísimos pillando mentiras</a>. Así que caemos.</p>
<h2>No sé, Rick, parece falso</h2>
<p><img alt="dfdfdf" class="centro_sinmarco" src="https://i.blogs.es/2a76c1/1366_2000/650_1200.jpg" /></p>
<p>¿Entonces no hay forma de escapar? Los expertos señalan dos ideas fundamentales: <strong>la primera es tomárselo con tiempo</strong>. Las estrategias de 'bombardeo amoroso' son muy costosas y requieren mucho tiempo y recursos por parte del 'bombardero'. Y, si no nos apresuramos, la estrategia acabará por hacerse demasiado cara antes de que pueda 'engañarnos'.</p>
<p>La otra idea es que hay que hacer un buen trabajo en, hablando de Flaubert, la 'educación sentimental'; es decir, en <strong>hacer pedagogía de las formas culturales del amor</strong>, enseñar a pensar críticamente sobre ellas. </p>
<p>Como decía el gran Hank Moody, "<strong>las cosas que parecen románticas raramente lo son</strong>". Muchos elementos de amor romántico tradicional fueron vías culturales para expresar el amor, sí; pero cuando cambia la sociedad, si seguimos idealizando esas vías que ya no se usan, estamos abonando el terreno para gente sin escrúpulos.</p>
<p>Gente que las usa para cubrir sus necesidades afectivas, sociales o sexuales sin pensar en la otra persona. <strong>Esto, no hace falta decirlo, no es amor</strong> en ninguna cultura del mundo. Y lo digo con conocimiento de causa: <a href="https://magnet.xataka.com/en-diez-minutos/el-amor-romantico-entre-el-universal-cultural-y-las-raices-evolucionistas">hemos hablado largamente sobre el amor en Magnet</a>, sobre sus bases biológicas y sobre sus características culturales. </p>
<p>Y tras todo eso, la conclusión siempre es la misma, la intimidad es algo que cambia, que muta, que se adapta a nosotros y a nuestro mundo. En términos sociológicos, <strong>perpetuar concepciones clásicas del amor no es la clave de la felicidad</strong> (o la satisfacción personal); es una forma de atarnos al pasado. Es una opción legítima, claro. Pero una opción con fecha de caducidad.</p>
<p>Imágenes | <a href="https://unsplash.com/photos/41aXLXKrpJI">Dimitar Belchev</a></p>
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